Porque no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos, hasta que nos falta, y luego lloramos, nos lamentamos, pero todavía no nos damos cuenta de lo que todavía nos queda. Y seguimos quejándonos de nuestra mala suerte, doliéndonos en nuestra desgracia, sin disfrutar de lo que tenemos de momento, pero que también podemos llegar a perder. Hay que aprender a disfrutar. Debemos hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario