viernes, 29 de septiembre de 2023

2023.09.29

 ¿Sabes ese momento, cuando no dices nada, porque tienes demasiadas cosas que decir siempre?

sábado, 28 de enero de 2023

2023.01.28

 ¿En cuantos pedacitos puede romperse el alma? ¿Hasta donde sigue siendo tu alma, y donde empieza a ser pedacitos? Quizá tan pequeños que casi se desintegren… hasta perderse, desaparecer. 

viernes, 27 de enero de 2023

2023.01.27

 Ultimamente estoy demasiado reflexiva. Quizá no se pasar página. Quizá, que es totalmente cierto, no se dejar ir. O puede que no deba dejar ir. Puede que la vida siempre me esté dando lecciones. Puede que siga pagando mis errores del pasado. O que sea el que sea el precio, esté dispuesta a pagarlo, con tal de volver al punto en el que quiero estar. A veces, tardamos tanto en aprender, que no está claro que algún día acabemos. Y también hay tantas dimensiones en casa cosa, que es imposible tener clara una verdad absoluta. 

Hoy, se me ha ocurrido pensar que significabas. Como yo tenía totalmente distorsionado mi concepto de casa, como algo que no era seguro, que daba miedo, al que no quería volver. Quizá tu eres una buena casa, y yo proyecté en ti, como hago siempre, todos esos significados negativos. Hasta tal punto, que prefería saltar sin paracaídas que enfrentarme a esa dura casa. Hasta el punto de que tuvieran que llegar otras dimensiones que fueran capaces de enseñarme el verdadero significado de hogar, aunque esas dimensiones no lo fueran. 

Igual nada de esto es cierto, y tan solo me vuelvo mala a veces. O no. Quizá simplemente tenga que acabar de aprender de mis errores, y entonces todo se solucione. O no. 

Solo espero que siempre seas casa, y que ojalá cerca.

jueves, 26 de enero de 2023

2023.01.26

 El pasado, siempre existe. Siempre ha pasado. Por mucho que lo borres, lo ignores o supliques para que desaparezca, ahí está. Y negarlo es absurdo. Lo que has sentido, lo que has vivido, te hacen ser lo que has sido, y ser lo que eres. Negar el pasado es necio, absurdo. Fuiste lo que fuiste, asúmelo y sigue con tu vida, aprendiendo de los errores y avanzando. No borrándolo, negándolo, como si de algo terrible se tratara. Las cosas, aunque acaben mal, fueron bonitas en su momento. Negar eso, y no asumir la realidad en todas sus dimensiones, es inmaduro, necio, pero sobretodo, triste.