lunes, 4 de junio de 2012

A-mar de negrura

Y fuiste tú el que sin importarte me tiraste al mar, y jamás preguntaste si sabía nadar. Y solo naufragando pude continuar, pidiendo un salvavidas que venga a buscar a una mujer que se muere sin tener razón. Que su único pecado fue brindar amor, que su único tesoro fue su corazón . Una mujer que lo único que buscaba era ser querida igual por lo menos la mitad de lo que ella quería. Y así fue como acabó. Naufragada en el mar de amor que ella misma había creado. Y siguió creando, pero poco a poco, ese mar se convirtió en un mar de desesperación y lágrimas. Y su corazón, en un profundo torbellino negro, lleno de odio, de rencor. Y mientras tanto, mi amado, allí presente, pero mirándolo todo desde arriba, sin que le importase, sin que le afectase nada de lo que me podría pasar ahí abajo, mirando ensimismado, como si yo fuera un experimento, y el estuviera aprendiendo como llenar un corazón de tinieblas. Pero lo que nunca aprendió fue que yo nunca seré un experimento.



2 comentarios:

Jezebel dijo...

¡Que preciosidad!
Me ha gustado mucho, tienes un bonito blog y buenos textos.
Un saludo y gracias por pasarte y darle un poco de luz a las bombillas del cielo gris

alice in wonderland dijo...

Muchísimas gracias :)