sábado, 12 de mayo de 2012

Te quieren como si fueses la única, y te dejan como todos

Al fin y al cabo, ¿para que sirve? Te cuelgas, te atas a alguien, y al final no puedes vivir sin él. Aunque sabes de sobra que no va a ser para siempre, pero lo intentas. Y al final acabas jodida. Rota. Destrozada. Irreparable. "Bienvenido a mi corazón, perdona el desorden, el último inquilino no fue muy cuidadoso." Esa es la realidad. La cruda realidad. Pero cuando levantas cabeza, más o menos, dejas a otro clavo entrar, para que al salir, te destroce la parte que el otro no pudo. ¿De verdad merece la pena?. No lo creo. Y sin embargo lo hicimos, lo hacemos, y lo seguiremos haciendo. Sin remedio. No merece la pena. Esa es la respuesta.


4 comentarios:

Addy Altúzar dijo...

Hola chica escritora.! mee encanto tu escrito mas la parte :
"Bienvenido a mi corazón, perdona el desorden, el último inquilino no fue muy cuidadoso." Esa es la realidad. La cruda realidad.


Para que decimos algunas veces, pero como mi escrito qe acabo de publicar por algo pasan las cosas talvez tardemos en darnos cuenta ello pero es cierto.

Siguemee (:
Un beso

alice in wonderland dijo...

Muchísimas gracias :)
Ahora lo miro :)

alice in wonderland dijo...

Muchas gracias :)
Ahora lo miro :)

alice in wonderland dijo...

Muchisimas gracias, ya lo miro :)