lunes, 16 de enero de 2012

Y ya van dos...

Ya han pasado. Han pasado dos meses. Dos meses muy duros. Dos meses de dolor, de desesperanza, de llorar a escondidas para que nadie tuviese que tragarse mi dolor, por no era más que tu culpa. Dos meses enteros desde aquel día en que se acabaron los te quiero, los te amo, los te necesito y los te hecho de menos. De todo eso, pasamos a mirarnos sin decirnos nada, pero yo seguí con los te echo de menos. No podía hacer otra cosa. Porque eso sería como traicionarme a mi misma. Ahora todo eso se acabó. Ya han pasado dos meses, y no te pienso dedicar ni un minuto más de mi vida. Al fin y al cabo tú tampoco me dedicaste mucho tiempo más, ¿verdad? Pues lo siento, amor, pero ahora ya si que me perdiste para siempre. No creo que te importe mucho, porque fuiste tú el del adiós. Sin embargo, espero que leas esto, y que te des cuenta, de que, ahora sí, no te voy a esperar más.