sábado, 21 de enero de 2012

Hay cientos de idiomas en el mundo, pero una sonrisa habla todos.

Sonríe. Sonríe aunque la vida te de en las narices, porque puede que haya gente a la que le de dos veces. Sonríe  para ser feliz, porque aunque no lo seas, siempre habrá alguien que esté peor que tú, y se merezca que por lo menos la gente que está a su alrededor sea feliz, y que no se amargue por él/ella. Sonríe porque vale la pena, por que la gente piense que tu vida es perfecta, o simplemente para que se pregunten por qué eres tan feliz. Con una sonrisa, todo el mundo entenderá lo que quieres decir, lo que sientes, incluso aunque sea una sonrisa amarga. Merece la pena ser feliz. No es difícil. Tan solo olvida, no piense. Vale la pena el esfuerzo.

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