miércoles, 18 de enero de 2012

A escondidas

Y le miras. Pero de reojo, para que no se de cuenta. Porque sabes perfectamente que si se entera, te mirará el a ti. Y no quieres que eso ocurra, porque entonces os muestra a los ojos, y tú te quedarás prendada de él, de sus ojos, que a ti te parecen los más bonitos del universo, los más brillantes y lo que mejor expresan como te sientes: "enamorada". Y sabes que entonces te sentiras atraida hacia él. Y te entrarán una ganas increíbles de besarlo, y de no despegarte de él en toda tu vida. Y sabes también que no podrás evitarlo. Y que eso no será bueno para nadie. Porque al final, no será bueno ni para ti. Por eso te cuesta tanto mirarlo.