miércoles, 15 de enero de 2014

Relato parte 3

No me había dado cuenta de que se encontraba a mi espalda hasta que la escuché, y volví a sentir ese cosquilleo, como si fuese la primera vez que la escuchaba. Esa voz. Por mucho tiempo que hubiera estado encerrado, jamás sería capaz olvidarla. Esa voz le había hecho sentir tanto.... Dolor, amor, placer... Puedo recordar la primera vez que la escuché, en aquella cafetería. Nada más oírla, me olvidé del resto del mundo. Desde ese instante, solo importaba ella. Me giré, me presenté, y, aunque acababa de conocerla, la invité a salir. Ahora lo lamento. Ojalá me hubiera encontrado en cualquier otro lugar. Yo jamás había entrado en aquella cafetería antes, y podría seguir sin entrar ahora mismo. Todo el mundo me había comentado que los capuchinos que servían eran malísimos, y yo no se beber otra cosa. Pero aquel día no había sitio en nuestra cafetería de siempre, y decidimos probar esta, pese a las malas críticas. Continúo odiando a todas aquellas personas que me quitaron el sitio, y a mis amigos, que decidieron tomar esas mala decisión. Aunque supongo que no puedo culpar a nadie de lo que pasó después...
- Bueno, pero que pasa, ¿ya ni siquiera me vas a saludar o a dirigir la palabra?

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