viernes, 27 de julio de 2012

Lies, go down

Ver como todo ese castillo de felicidad construido se derrumba. Todo lo que tenías pensado, imaginado, soñado, desaparece. Ves como, ya sea poco a poco, o de repente, los ladrillos se resquebrajan, el cemento se transforma en polvo, y va cayendo. Primero las almenas, más tarde todo lo demás. Y cuando te quieres dar cuenta, lo único que quedan son ruinas, y destrozos. En eso, es en todo lo que se ha convertido un castillo enorme. Porque la felicidad es igual que el cristal, un mínimo golpe y, adiós. Se acabó. Fuera. Ya no queda nada, y eso que pensábamos que iba a ser para siempre. Ya está perdido. Da igual todas las barreras que pusiésemos, al final, todo acaba cayendo. Porque todo estaba compuesto de mentiras.

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