martes, 7 de octubre de 2014

Felicidad, que bonito nombre.

Y entonces te das cuenta. No es poco a poco, no vas aprendido, ni nada por el estilo. Simplemente, llega un momento en el que pasa algo malo. Y, en ese momento, te das cuenta de que no te afecta. De que antes te hubiera afectado mucho, habrias estado cabreada y llorando por las esquinas. Pero ahora, de repente, ya no. Si, es molesto, pero nada mas. Y es ahí cuando te das cuenta. Y puedes decirlo. Chillarlo. Gritarlo hasta que te quedes sin voz. Si. Eres feliz. ERES FELIZ. Y nada de lo que pasa fuera de tu burbuja de felicidad te afecta demasiado. 

domingo, 10 de agosto de 2014

Youkali

Al final de casi todo,
mi barca vagabunda
mecida por las olas
con fuerza me arrastró...
La isla misteriosa
la que soñamos todos
parece que te invita
a entrar en su interior
Youkali, el país que alguien soñó
Youkali, es donde se inventó el color
Youkali, en su frontera se detuvo el dolor
en la oscuridad es rayo de luz
la estrella seguí, Youkali.
Es lo mejor que guardamos en el corazón
la libertad que soñaste tanto acariciar
Es tan real como soñar
no existe tal, Youkali.
Y la vida nos lleva
cansada cotidiana
por un valle de lágrimas
que deja escapar...
Dejándonos el alma
por todos los rincones
dejándonos girones
soñando por soñar.

jueves, 7 de agosto de 2014

Futuro

Un poco de Rulo, para variar. Andrés Suarez, me apetece mas. No, no, ya sé. Pol. Ya hace mucho que no lo escuchaba, lo echo de menos. Inspiracion. Ojalá estuvieras aquí. Quiero que llegue ya el otoño. Solo para que vuelvas. Luego. Verano otra vez. Menudo curso me espera. Bueno, un año solo. Y adiós. Se acabó. Selec. Y verano otra vez. 18. Conducir. Que ganas. Grandes planes que seguramente no lleguen a nada. Alguno saldrá. Si no, le llevo conmigo. Eso seria un buen plan. Luego, Madrid. Vida nueva. Volver alguna vez, ver como ha cambiado la gente. Darte cuenta de cosas que en el fondo ya sabias. Decepción por otras. Futuro.

sábado, 26 de julio de 2014

M. 21

Las lagrimas resbalanban de sus ojos, como solía pasar demasiado a menudo. Pero esta vez, era distinto. Esta vez, esas lágrimas expresaban la alegria de alguien que no está acostumbrado a ser feliz. Ella se ha pasado tanto, tanto tiempo flotando, deambulando de una persona a otra sin control ni medida, que ahora no puede creerse que alguien se haya quedado a su lado. No puede creerse que haya alguien que la quiera tanto, y la que ella quiera mas de lo que ha querido a nadie nunca. Se lo ha dicho mil veces, aunque no se atrevia a creerselo del todo. "Esta vez es distinto." Y al final ha resultado que si. Que sus sensaciones eran reales, que janás se habia enamorado asi de nadie. Y es una suerte que a él le haya pasado lo mismo. Tantos intentos fallidos merecieron la pena. Y superar todo lo malo que nos ha podido pasar, olvidarse de todo y solo pensar en un "nosotros" que es cada dia un poquito mas real. Gracias por todo este tiempo a tu lado.

martes, 25 de marzo de 2014

Ella miraba la luna desde la ventana. Veía como brillaba, y echaba de menos el brillo que él daba a sus noches. Mientras miraba la luna extasiada, recordaba como lo conoció. Aquella noche, en esa gran discoteca. Le diréis, que raro conocerlo allí, en un sitio tan grande, con tanta gente. Ni siquiera recuerda el nombre del lugar, llevaba un par de copas de mas. Lo que si recuerda, con total claridad, son sus ojos. ¿Sabéis esa sensación de toparse con una persona, con esa persona, en medio de un montón de gente? Sentir como vuestros ojos se miran, se atraen. Es tan solo un segundo, pero vale como una vida entera. En ese momento, se despejó por completo. Son de esos momentos, de esos que llaman momentos auténticos. Esos momentos que te hacen olvidarlo todo. En ese instante, ella vuelve a la realidad. Sus ojos se apartan de la luna, pero su mente no puede apartar tan fácilmente los recuerdos. Cada vez que se mete en la cama, esta le trae su olor, el de esa colonia que ella misma escogió, esa que le gustaba tanto. Y el olor vuelve a traer otros distintos. Esta vez se trata de su cama, una noche cualquiera, mimos, caricias, besos en lugares a los que solo él llegó... Como lo echa de menos. Se siente sola, muy sola, ahora que ella camina por el mundo en solitario, y ahora que este parece haberse ensanchado ahora que ya no tiene con quién compartir las pequeñas cosas de la vida, esos instantes insignificantes, pero que con él tomaban tanto significado. Y ahora otro recuerdo, el último. El mas doloroso. Aquella última noche. Ella estaba cansada, y no le hizo demasiado caso. Y, a la mañana siguiente, él ya no estaba. Nunca volvió. La de días que se pasó escondida dentro de la cama, gastando su olor, ese que parecía desaparecer a cada rato, y arrepintiéndose. Arrepintiéndose de todo lo que no había hecho, de no haberle hecho mas caso, de haberlo ignorado tanto... Lo peor eran las habitaciones vacías, el sol que parecía no brillar tanto, la alegría que parecía haberse evaporado por completo. Y el silencio. Sobretodo el silencio.

domingo, 23 de febrero de 2014

¿Y que pasa si lo único que quieres es esconderte? Que nadie te vea así. Tu eres fuerte, siempre fuerte. Haciendo tonterías, feliz, sonriente. No esa cosa llorica que parece que es demasiado débil para luchar contra nada, que solo tiene fuerzas para seguir llorando, para continuar autodestruyéndose poco a poco, matándose a pensamientos. Eres esa chica feliz, la que lleva la sonrisa en la cara, hace tonterías, y parece que nunca le pasa nada, que nada le afecta, que nada la supera.
Es triste tener que recodarse eso tan a menudo.

domingo, 16 de febrero de 2014

Vuelve con el sol...

Ella solía desaparecer. Era como la suave brisa que sopla al anochecer algunas tarde noches de verano. Parecía encajar en todas partes, y a la vez no hacerlo en ninguna. Iba, venía, era libre. Solía aparecer con la caída del sol, me buscaba. Y yo acudía a ella, a su llamada. Siempre lo mismo. Jamás me atreví a preguntarle donde se escondía, a donde iba cuando me dejaba abandonado entre las sábanas. En esos momentos yo me despertaba, como si de una pesadilla se tratase. Algunos días incluso alcanzaba a ver el extremo de un pie descalzo saliendo de la habitación. Cada día que aquello ocurría, en mitad de la noche, me descubría a mi mismo tratando de encontrar el valor para preguntarle porqué se iba, porqué nunca se quedaba, o simplemente para advertirla de que fuera hacía frío, de que se quedara un rato mas a mi lado. Pero nunca lo hice. Supongo que, en el fondo, siempre supe donde estaba la linea que nos separaba, y que yo no podía cruzarla. Ella era libre, no quería atarse. Y yo, que lo único que quería era que se atase a mi lado, nunca tuve ninguna posibilidad. Todas las noches soñaba con amanecer a su lado, descubrir que por una vez, ella no me había abandonado. Nunca tuve esa suerte. Hasta que un día, dejó de aparecer. Y con ella la brisa que todas las noches me acompañaba cuando salía a buscarla. Puede que se la llevase el viento, o que al viento se la llevase ella. O que fueran una misma cosa. Personalmente, me inclino por decir que era viento; acariciarla, siempre fue como intentar tocar la brisa, la sentías, pero a la vez notabas que poco a poco se te escapaba de las manos. Y, al final, se me terminó escapando.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, otras mujeres, otros cuerpos, otras caras.Ninguna tan bonita como la tuya, claro está. He llegado a pensar que fuiste tan solo en sueño producido en una mala racha, pero siempre fuiste demasiado real. Y, quiero que sepas una última cosa. Por mucho tiempo que haya pasado, y por muchas mujeres que hayan pasado, sigo levantándome cada mañana pensando que estarás a mi lado, que el cuerpo que siento abrazado a mi es el tuyo. Y todas las mañanas son una desilusión.
Me gustaría que leyeras esto, si es que existes de verdad. Que, por una extraña casualidad del tiempo, me extrañases. Y, bueno, que yo sigo esperando que algún día vuelvas con el sol. Para quedarte.

sábado, 8 de febrero de 2014

Tenías otros nombres, mismas ganas de reír.

Y entonces él vio la decepción en sus ojos. Y se dio cuenta. Esta vez las excusas no valían, ya las había gastado todas. esta vez, era la definitiva. Le dolió verla así, con la cara neutra. Ella, que siempre llevaba una sonrisa colgada en el rostro, pasara lo que pasara. y ahora la había cambiado por una media sonrisa irónica, como si quisiera demostrar que estaba por encima de aquello. Pero sus ojos la delataban. Ese brillo que se veía al fondo de sus ojos siempre que la miraba, había desaparecido. A cambio, en las comisuras de sus ojos aparecían intentos reprimidos de sus lágrimas. Ya no era ella. Y todo por su culpa. Se sintió mal, tampoco sabía que hacer. Y, como cualquier persona que no sabe que hacer, no hizo nada. Se acabó.
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Sube la música. Así, un poco más fuerte. Y más, y más. Hasta que parezca que te van a reventar los tímpanos. Siempre dicen que un dolor hace que te olvides de otro anterior. Y ella quería olvidar todo aquello que la amenazaba. Además, esa música no la obligaba a pensar. Por eso le gustaba tanto. Con esa música, podía aislarse del mundo, olvidar, por un tiempo, todo aquello que ocurría en el exterior. Pero llega un momento en el que te acostumbras, en el que el volumen ya no sube más alto, y toca volver a la realidad. la realidad no le gusta a nadie. Pero ella ya está curada de espantos. Las mariposas, esas ya se las llevó todas otro. El corazón, poco a poco, se crea un muro. Ella prefiere llamarlo alergia. Alergia a los hombres. O a los sentimientos. No lo sabe. Solo que ninguno es como ella pensaba, ni los sentimientos, ni los hombres. cada día, vive un poco mas desencantada, va perdiendo el brillo de sus ojos, ese que parece gustarle a todo el mundo. Poco a poco deja de ser ella, va olvidando como se sentía cuando las mariposas invadían tu cabeza, tu estómago, tu cuerpo. Cuando estaba tan embotada de sentimiento que el resto no importaba, por muchas putadas que pasaran. Eso ya no volverá. Su corazón se ha cansado de remendarse, ha dejado de ser un  jodido masoquista con esperanzas de futuro. Se curó por última vez, y se escondió. Allí, al fondo. Donde nadie era capaz de encontrarlo por mucho que lo buscasen. Ni siquiera ella. Y perdió su luz. Se volvió como el resto. Por primera vez podía esconderse en una multitud sin destacar. Tan solo una cara mas con aquel gesto huraño tan característico de aquellos a los que la vida a destrozado. Perdió su inocencia de niña. Y eso nunca se lo perdonará. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Relato parte 4

- ¿Qué pretendes que te diga? ¿Qué te extraño, que te echo de menos? Todo eso ya lo sabes. Pero me niego, me niego a volver a caer. Prefiero mil veces vivir con esta pena que me invade por dentro cada vez que te veo y sé que no eres mía, que volver a pasar por todo aquello. Lo siento, no puedo.
-¿Ni siquiera por amor? Siempre supe que eras un cobarde, pero todo el mundo decía que por amor se rompen todas las barreras. Yo todavía tenía esa esperanza…
- Lo intenté, sabes que lo intenté, de todas las maneras posibles. Pero ese mundo, tu mundo… Es demasiado para mí, demasiado para cualquiera que no haya crecido en él. Sabes que por ti lo intenté, que lo intentaría miles de veces, pero siempre saldría el mismo resultado. Lo siento, de veras lo siento.
- Sabes que eso a mí me vale, aunque no sea lo que esperaba. Pero a ellos… A ellos no. Ellos te querían dentro, o fuera, sin tener si quiera conocimiento de su existencia. Ahora que conoces sus secretos, tratarán de hacerte desaparecer del mapa. Hasta ahora has tenido tiempo, pues tu convalecencia, y tu incapacidad para salir de casa, hicieron que no supusieras un problema realmente grave. Pero, de ahora en adelante, estás solo, y con la marca de la muerte pintada en la espalda. Ellos no te dejarán seguir con vida. Mi consejo es que huyas, sin mirar atrás. Vuelve a tu apartamento, coge lo que necesites y, simplemente, huye. No pienses un destino, coge el primer tres, autobús, avión, lo que sea. No pases demasiado tiempo en ningún lugar, no será seguro si lo estableces como tu residencia. Ellos tienen muchos métodos para eliminar a sus enemigos, y tú ahora mismo eres el que encabeza la lista. Yo trataré de ayudarte desde aquí, pero no prometo nada, no deben descubrir que he quedado contigo…
- Gracias por los consejos, trataré de cuidar de mí mismo. Tú trata de cuidarte también. ¿Un beso de despedida? Tal vez el último, espero que no…

miércoles, 15 de enero de 2014

Relato parte 3

No me había dado cuenta de que se encontraba a mi espalda hasta que la escuché, y volví a sentir ese cosquilleo, como si fuese la primera vez que la escuchaba. Esa voz. Por mucho tiempo que hubiera estado encerrado, jamás sería capaz olvidarla. Esa voz le había hecho sentir tanto.... Dolor, amor, placer... Puedo recordar la primera vez que la escuché, en aquella cafetería. Nada más oírla, me olvidé del resto del mundo. Desde ese instante, solo importaba ella. Me giré, me presenté, y, aunque acababa de conocerla, la invité a salir. Ahora lo lamento. Ojalá me hubiera encontrado en cualquier otro lugar. Yo jamás había entrado en aquella cafetería antes, y podría seguir sin entrar ahora mismo. Todo el mundo me había comentado que los capuchinos que servían eran malísimos, y yo no se beber otra cosa. Pero aquel día no había sitio en nuestra cafetería de siempre, y decidimos probar esta, pese a las malas críticas. Continúo odiando a todas aquellas personas que me quitaron el sitio, y a mis amigos, que decidieron tomar esas mala decisión. Aunque supongo que no puedo culpar a nadie de lo que pasó después...
- Bueno, pero que pasa, ¿ya ni siquiera me vas a saludar o a dirigir la palabra?

lunes, 13 de enero de 2014

Relato parte 2

Llegué al sitio acordado, aquel tercer arco del puente viejo que tantos y tantos buenos recuerdos me traía. Era un sitio bonito ahora que el agua había sido desviada, y el puente arreglado para, simplemente, adornar la vista. El arco bajo el que me encontraba, el cual yo recordaba como oscuro y húmedo -aun así, me traía unos recuerdos difíciles de olvidar- era ahora otro totalmente distinto. No me atrevería a decir que había dejado de ser húmedo, o de que estaba lo suficientemente iluminado, pero si que se apreciaba un cambio. Las piedras, antes de un tono claro pero ennegrecido por la contaminación, habían vuelto a su tono claro original, propio de un puente mucho mas nuevo que aquel, que tantas y tantas historias tenía que contar. Estaba yo en estas cavilaciones, cuando apareció mi cita de aquella noche. Esa persona que me había obligado a permanecer tantos y tantos días en casa.
-Vaya, pensé que no te atreverías a salir de casa después de aquello... Bueno, supongo que me equivocaba, que eres mas fuerte mentalmente de lo que yo pensaba. Una lástima que te equivocases....

domingo, 12 de enero de 2014

Relato 1

Era un noche fria de diciembre. La luz se habia ido hacia ya varias horas, y una gelida brisa parecia querer indicar que no era una buena idea salir de casa aquella noche. Aun asi, ignorando las señales, me decidí a salir, pues asi lo habia prometido, a las 8 de la tarde de aquel día. Era mi primer dia, la primera vez desde entonces.... Prefiero no recordar aquello, todavia no. El caso es que salí de casa. Habia pasado tanto tiempo, que ya ni las calles me parecian las mismas, ni las luces de las farolas, ni los ruidos de la ciudad. Nada de todo aquello se parecia lo mas minimo a la imagen idealizada que yo guardaba en mi mente de todo aquello. En mi mente recordaba todo aquello como lo mas preciado, respirar, el aire, la gente, el ruido de los coches y el humo de las fabricas incluso. Para mi, durante todos esos meses, esos recuerdos fueron mi unica salvacion, y aquel día, aquella fecha marcada, era la fecha de mi regreso. Nunca me gustó estar recluido. Desde joven, nunca era capaz de estar mas de un dia dentro de algún lugar. Me daba la sensacion de que las paredes me comian, de que la calle se iba a ir antes de que yo llegase. Pero eso fue antes de que empezasen los problemas. Tuve que aprender, como todo. Y ahora, por fin, el día había llegado.