Siempre hablamos de los infinitos, de como se rompen, de como nunca se cumplen, de como echamos de menos a las personas que nos lo prometieron, y de como ellas no volvieron. ¿Pero no será que nosotros no queremos que las cosas sean para siempre?
"Ella huye, se escapa, se aleja de él, tiene miedo. Se va de sus brazos, de esos brazos tan cálidos que le hacen sentir tan bien cuando se encuentra entre ellos. Tiene miedo de que lo que él le ha prometido sea verdad. Tiene miedo de que sea para siempre, de caer en la rutina. Ella es libre, y quiere seguir así, por mucho que le duela tener que irse, tener que dejarlo ahí. Pero el miedo es muy superior a todo el amor que haya sentido o sienta por él. No puede vivir así, con esa posibilidad. Ella es una chica que quiere aventura, cambios, nada de estancarse, aunque sea con él."
Supongo que yo podría ser esa chica, de hecho creo que lo soy. Esa chica que tiene miedo de que algo dure. Por eso nada puede durar cerca de mi. Porque huyo de todos los compromisos, de todas las cosas que realmente merecerían la pena vivir si pudiese correr el riesgo de que algo fuese para siempre. Pero no puedo.
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