Salir, beber, el rollo de siempre,
meterse mil rayas, hablar con la gente,
llegar a la cama, y joder que guarrada sin ti.
Se acabó. Ni una explicación, ni una razón. Nada. Ya no queda nada. A la mierda el 22. Tan sólo otra fecha más en el calendario. Bueno, no otra fecha más. Una fecha dolorosa, de rayadas. Y ni siquiera te has atrevido a decírmelo a la cara, ni a contestar a los privados. Tanta felicidad, de repente, igual que vino, desapareció. Se jodió. Como tantas y tantas otras cosas. Pero esta es distinto. Creo que lo pasé peor la otra vez. Esta vez, es como si ya lo esperase. Aunque duela.
Te quiero. No se si te das cuenta, si te crees que no me lo digo en serio, o que pasa, pero quiero que lo sepas. Te quiero. Y me encanta cuando me dices que lo soy todo, que me amas, que me quieres, que me adoras. Me encanta tu pulsera, y la chapita que tiene con forma de corazón, esa que tu me regalaste, y que tiene escrito un "made with love". Me encanta. Y cada día me enamoras un poquito más.
-...sino que también nos has ayudado a solucionar el problema con la factura de la luz y a limar las diferencias entre nosotros. Admítelo, Remy. Eres encantadora.
Asintió.