No es justo. Sigues sin hablar. Y yo me desespero. Y mientras otros intentan hablar conmigo, hacerme sentir especial a todas horas, el único del que quiero escuchar dulces palabras eres tú. Pero tú pareces no darte cuenta. No te importa. No te intereso. Prometo intentarlo. Prometo intentar olvidarme de ti. No se si lo conseguiré, pero quiero intentarlo. Porque ahora lo tengo claro. Tú no quieres volver. Aqullas palabras tan bonitas de hace unos días no fueron más que un sueño. Y claro, desperte.
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